¿Por qué nos cuesta tanto la productividad en la construcción?

El sector de la construcción en Colombia cuenta con un rol fundamental en el desarrollo y crecimiento del país. Ha jugado un papel fundamental en la reactivación económica que hemos afrontado, producto de la coyuntura producida por la pandemia del SARS-CoV-2 (COVID-19) ofreciendo miles de puestos de trabajo y dinamizando la economía por el gran número de industrias con las cuales se relaciona la construcción. Los años anteriores, 2020 y 2021, han batido récords con el número de viviendas vendidas, indicador contundente sobre la relevancia y fortaleza de nuestra industria.

Sin embargo, no estamos libres de pecados y aún contamos con enormes posibilidades de mejora en el desempeño de los proyectos que ejecutamos. La construcción, a nivel mundial (y claramente en Colombia no es la excepción), presenta una deuda histórica con la productividad, la cual no ha aumentado considerablemente en los últimos 50 años comparada con industrias afines.

Esta deuda histórica de productividad que menciono me ha causado una profunda inquietud. He alimentado esta inquietud con lecturas y con la experiencia en diversos proyectos de construcción, en los que he podido participar gracias a Entrez Ingenieros Civiles. Hace poco leía un informe del World Economic Forum (WEF) en conjunto con The Boston Consulting Group donde enlistaban algunas de las dificultades de nuestro sector, las cuales pude contrastar fácilmente con mi experiencia personal y me gustaría compartir con ustedes, ya que considero que forman parte de la raíz de nuestro problema con la productividad.

Con esto no pretendo proponer una solución eficiente a nuestros problemas, sino más bien evidenciarlos. Estoy convencido que el mejor punto de partida es saber dónde estamos parados para poder mejorar. Así pues, me limitaré a opinar sobre los que, para mí, son los principales problemas enunciados en el informe del WEF.

El primero de ellos, con el cual nos hemos enfrentado en repetidas ocasiones con Entrez, es la carencia de una cultura de innovación y adopción tecnológica. A pesar de que los diferentes gremios, el gobierno y las instituciones educativas le han apostado a cambiar este aspecto, aún falta una adopción más homogénea de una cultura de innovación en nuestra industria. Existe una gran reticencia al cambio y esto dificulta enormemente nuevas ópticas sobre procesos, tecnología, investigación, etc. El mundo vive hoy una gran revolución tecnológica, de la cual la construcción no se puede aislar. Esta revolución es la que nos puede brindar de herramientas lo suficientemente poderosas para dar la lucha contra nuestro mencionado problema.

El siguiente aspecto que llamó mi atención es la carencia en el traslado de la experiencia objetiva de un proyecto pasado a uno presente ¿qué interpreto yo por esto? Interpreto que a pesar de que cada proyecto, una vez es finalizado, genera una gran cantidad de lecciones a nivel personal de aquellos que participaron, no hay una cultura organizacional orientada a la mejora continua que permita generar mecanismos de gestión y retención de conocimiento que pueda ser explotado en otros proyectos. No hay un mecanismo que fomente la mejora continua. Adicionalmente, la experiencia personal se puede ver alterada por diversos sesgos, por lo que la experiencia, en la medida de los posible, debe ser traducida en datos que deben ser usados en proyectos futuros, disminuyendo considerablemente la subjetividad. La débil transferencia de conocimiento de un proyecto anterior a uno presente implica que esto lo debemos hacer mejor, tenemos la obligación de usar nuestro pasado para mejorar los resultados presentes.

El último aspecto enunciado por el WEF que quisiera tratar en este artículo, que es el que más interés me generó, debido a que Entrez se dedica en gran parte a atacar esta necesidad, es el débil monitoreo y control de los proyectos. Otras industrias, como la automotriz, son capaces de identificar en tiempo real la causa raíz de casi cualquier problema que puedan llegar a tener durante su operación, gracias a la continúa y extensiva recolección de datos en sus cadenas de producción. Esto les permite actuar rápidamente y corregir dichos problemas de manera eficiente. En la construcción, gracias a la amplia fragmentación de los equipos de trabajo y el bajo interés en la recolección, manejo y uso de datos, es muy complicado entender en dónde estamos parados en nuestros proyectos. En muchas ocasiones cada empresa tiene su propia verdad y esta dispuesta a defenderla a “capa y espada”. Es imperativo contar con una sola verdad transparente y transversal a todos los actores del proyecto en cuanto a su desempeño y ejecución, para que se puedan tomar las mejores decisiones posibles y podamos atacar los sobre costos y atrasos que nos aquejan. En conclusión, atacar la carencia en la productividad.

Como mencioné anteriormente, pretendo explorar las causas y razones por las cuales a nuestra industria le cuesta tanto esfuerzo aumentar su productividad. Mencioné tan sólo 3 causas que generaron en mí una impresión considerable, a pesar de que existen muchas más. La invitación es a que entendamos nuestras dificultades para poder concentrarnos en las necesidades estructurales de nuestra industria y podamos generar así, un mejor futuro para la construcción y, en síntesis, sigamos dinamizando y estimulando la economía de nuestro país.